martes, 25 de abril de 2017

EL ROSARIO CARTUJO.

¿Qué es el rosario cartujo y cómo se lo reza?

Cómo rezar el rosario cartujo.

El rosario cartujo no está dividido en cinco misterios (el rezo de los cuales difiere según los días), sino que cada Ave Maria está consagrado a un misterio particular de la vida de Cristo; y el Padre Nuestro (al que se le puede anteponer el Gloria), simplemente se inserta en la serie de 50 salutaciones a fin de otorgarle a la oración su culminación trinitaria y doxológica.    

Sin embargo, la persona que lo reza es siempre libre de detenerse en un misterio en particular según lo quiera y de repetirlo tantas veces como lo desee; incluso puede añadir otros misterios de la vida de Cristo o cambiar el texto de las cláusulas según su devoción personal. La fórmula es, por lo tanto, mucho más flexible que la del ya conocido rosario dominico. 

Puesto que el objetivo es alcanzar la contemplación, la oración vocal puede suprimirse cuando la misma logra su manifestación, por lo que la persona simplemente ha de permanecer en silencio junto al Señor. Luego, cuando esa gracia profundamente contemplativa pasa, la persona lentamente puede volver a retomar su oración vocal. Finalmente, según el tiempo del que se disponga, no es necesario rezar los cincuenta Ave Mariasino que es posible elegir el número de veces que se puede/quiere hacerlo, teniendo siempre cuidado en dar mayor importancia a la calidad antes que a la cantidad. Diez salutaciones dichas lentamente mientras se medita con atención en uno de los misterios de la vida de Cristo, valen más que una treintena dicha con celeridad. Una vez más: el objetivo primordial es alcanzar la oración propiamente contemplativa. 

He aquí las 50 cláusulas de Domingo de Trèves; 

Dios te salve María, llena eres de gracia. El Señor es contigo. Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús… [a]

1. a quien, tras el anuncio del ángel, concebiste por el Espíritu Santo.
2. a quien, mientras gestabas, lo llevaste a la montaña para visitar a Isabel.
3. a quien, manteniéndote siempre virgen en cuerpo y alma, engendraste con alegría.
4. en quien adoraste a tu Creador, amamantándolo con tus senos.
5. a quien envolviste en pañales y recostaste en un pesebre.
6. a quien los ángeles celebraron cantando el Gloria in excelsis y los pastores visitaron en Belén. 
7. quien fue circuncidado el octavo día y recibió el nombre de Jesús.
8. a quien los magos le ofrecieron tres [tipos de] presentes y lo adoraron.
9. a quien en tus brazos maternales llevaste al templo y lo presentaste ante Dios, su padre.
10. a quien el viejo Simeón bendijo en brazos y la santa viuda Ana reconoció.
11. con quien huiste a Egipto a causa de Herodes.
12. con quien regresaste siete años después a tu tierra, tras ser advertida por el ángel.
13. a quien perdiste en Jerusalén cuando tenía doce años y con angustia hallaste en el templo tres días después.
14. quien cada día crecía en edad, en gracia y sabiduría delante de Dios y de los hombres. 
15. a quien Juan bautizó en el Jordán y luego señaló con su dedo como el “Cordero de Dios”.
16. quien ayunó durante cuarenta días en el desierto y venció ahí tres veces a las tentaciones de Satán.
17. quien después de reunir a sus discípulos predicó el reino de Dios a todo el  mundo.
18. quien abrió los ojos a los ciegos, curó a los leprosos, levantó a los paralíticos y liberó a todos los que eran oprimidos por el Diablo.
19. cuyos pies María Magdalena lavó con sus lágrimas, secó con sus cabellos, los besó y luego los ungió.
20. quien resucitó a Lázaro al cuarto día, y también a otros difuntos.
21. quien el Domingo de Ramos, y sentado sobre un asno, fue recibido con gloria por el pueblo.
22. quien en la última cena instituyó el venerable sacramento de su cuerpo y de su sangre.
23. quien fue al huerto con sus discípulos y tras orar profundamente sudó sangre.
24. quien yendo al encuentro de sus enemigos, se entregó voluntariamente en sus manos.
25. a quien los enviados de los judíos sujetaron fuertemente y llevaron prisionero ante los sumos sacerdotes.
26. a quien acusaron falsamente, vendaron, escupieron y golpearon abundantemente.
27. quien delante de Pilatos y Caifás fue condenado a morir en la cruz como un criminal.
28. quien por orden de Pilatos fue despojado de sus vestidos y cruelmente flagelado.
29. a quien los soldados coronaron de espinas, revistieron con un manto púrpura y adoraron burlonamente.
30. a quien condenaron con una muerte vergonzosamente injusta y elevaron junto a dos ladrones.
31. cuyas manos y pies fueron clavados en la cruz y luego le ofrecieron vinagre mezclado con hiel.
32. quien oró por quienes lo crucificaron diciendo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”.
33. quien le dijo al ladrón de su derecha: “En verdad te digo, hoy estarás conmigo en el paraíso”.
34. quien le dijo a su santísima Madre: “Madre, he ahí tu hijo”; y a Juan: “He ahí tu Madre”.
35. quien exclamó: ¡Eli, Eli, ¿lama sabactani?!
36. quien dijo: “Todo está consumado”.
37. quien finalmente dijo: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.
38. quien sufrió una tormentosa y sagrada muerte por nosotros, miserables pecadores.
39. cuyo costado fue traspasado por una lanza, y manó agua y sangre para el perdón de nuestros pecados.
40. cuyo sagrado cuerpo fue bajado de la cruz y depositado sin vida sobre tu seno, según el piadoso testimonio.
41. quien fue perfumado con aceites por hombres justos y santos, y envuelto en lienzos para ser enterrado. 
42. cuyo sepulcro fue bien sellado por los judíos y sobre el cual pusieron guardia.
43. cuya sacratísima alma descendió a los infiernos para consolar a los santos patriarcas y llevarlos al paraíso. 
44. quien resucitó al tercer día y te colmó a ti de un gozo inefable.
45. quien después de su resurrección se apareció a sus discípulos y fieles para fortalecerlos en la santa fe.
46. quien en tu presencia y  la de los fieles, subió al cielo y se sentó a la derecha del Padre.
47. quien el día de Pentecostés envió sobre sus discípulos el Espíritu Santo, según había prometido.
48. quien finalmente te llamó hacia sí a ti, su muy dulce Madre, situándote a su derecha y coronándote de gloria.
49. quien invita a los suyos y a los tuyos, a que después de esta miserable vida –y por tu intercesión- nos situemos en el reino de su Padre.
50. quien con el Padre y el Espíritu Santo -y contigo, su muy santísima Madre-, reina siempre invencible y glorioso por los siglos de los siglos. 

Después de la visión de Adolfo de Essen,   se estableció la costumbre de realizar un Aleluya tras cada cláusula. Todos los misterios de la vida de Cristo, incluyendo los de su pasión, se convirtieron así en acción de gracias y alabanza a Dios por todo el amor que nos revela y ofrece a través de ellos. Y este aire de gozo que recorre todo el rosario es una bella reminiscencia del himno Akáthistos; es el equivalente de este himno del oriente cristiano.

Domingo de Prusia recomendó, finalmente, una oración mariana para terminar su rosario.

¡Oh, Inmaculada!, siempre bendita y excelsa Virgen María, Madre de Dios; ¡Oh!, Templo de Dios, el más hermoso de todos los templos; ¡Oh!, Puerta del Reino Celestial, por medio de quien el mundo entero ha sido salvado, tiende hacia mí tu misericordiosa escucha y sé mi dulce protectora, pues soy un pobre y miserable pecador; sé mi ayuda en todas mis necesidades. Amén.