viernes, 10 de marzo de 2017

Los cuarenta Santos Mártires de Sebaste.

Imperando Licinio, hizo publicar un edicto en que mandaba, so pena de la vida, abjurar la religión cristiana. Había en el ejército cuarenta soldados que eran cristianos, y el prefecto Agricolao los exhortó a negar la fe de Cristo. No siendo obedecido, hízolos encerrar en la cárcel, donde pasaron la noche cantando alabanzas al Señor, y Cristo se les apareció diciendo: «Bien habéis comenzado: mirad que acabéis bien».

Arrojados desnudos en una laguna helada, pidieron al Señor que ninguno flaquease; mas uno de ellos, vencido del frío, se pasó a un baño caliente, y luego expiró. Habiendo vito un portero que velaba bajar los ángeles con treinta y nueve coronas, movido de la maravilla, se hizo cristiano.

Sacáronlos de la laguna para conducirlos en carros a una hoguera, y reservaron a San Melitón, que por ser más joven, había resistido más a la violencia del frío; pero su madre le cogió en sus brazos y le echó en uno de los carros, y todos fueron quemados el día 9 de Marzo año de 316.

Hoy en día son más venerados en oriente que en occidente, allí se encuentran parte de sus reliquias, las más importantes se veneran en la Basílica del Santo Sepulcro, en Jerusalén y en el Monasterio Antim, en Bucarest.

En la Iglesia de Santa María la Antigua en Roma, situada en el Foro Romano, construida en el siglo V, incluye una capilla, consagrada a los Cuarenta Mártires. Contiene un mural del siglo VI o VII que representa el martirio.