"¡Qué acto de caridad admirable es esta ofrenda de Nuestro Señor en la Cruz por el honor y la gloria de su Padre y para salvar nuestras almas! ¡Qué lección! Después del santo sacrificio de la misa, ¿cómo no saldríamos de nuestras misas con más deseos de honrar a Dios, de darle gloria y de amar a nuestro prójimo?".
Monseñor Lefebvre.