Primer Concilio Ecuménico: Nicea (año 325)
El primer Concilio de Nicea duró dos meses y doce días. Fue convocado para combatir el arrianismo. Asistieron 318 obispos. El legado del Papa Silvestre fue el español Osio, obispo de Córdoba. También estuvo presente el emperador Constantino. Frutos de este Concilio fueron el Credo (Symbolum), la definición de la divinidad del Hijo de Dios (homoousios), y la fijación de las fechas para la celebración de la Pascua.
Segundo Concilio Ecuménico: Constantinopla (año 381)
Fue convocado por el Papa Dámaso. Asistieron 150 obispos. Condenó a los seguidores de Macedonio, que negaba la divinidad del Espíritu Santo. Al Credo le añadieron las cláusulas referentes al Espíritu Santo y todas las cláusulas finales (Credo Niceno-constantinopolitano).
Tercer Concilio Ecuménico: Efeso (año 431)
Asistieron más de 200 obispos presididos por san Cirilo de Alejandría, en representación del Papa Celestino I. Se definió la verdadera unidad personal de Cristo, se declaró la maternidad divina de María (Theotokos) contra Nestorio, obispo de Constantinopla, y se renovó la condena a Pelagio y sus seguidores.
Cuarto Concilio Ecuménico: Calcedonia (año 451)
El Papa León Magno y el emperador Marciano presidieron a 150 obispos. Se definió la doble naturaleza (divina y humana) de Cristo, contra las pretensiones del Monofisismo.
Quinto Concilio Ecuménico: Constantinopla II (año 553)
Con Justiniano I reinante, el Papa Virgilio congregó a 165 obispos para condenar los errores de Orígenes y algunos escritos de Teodoreto; de Teodoro, obispo de Mopsuestia; y de Ibas, obispo de Edessa. Además, los padres conciliares confirmaron los primeros cuatro concilios, especialmente el de Calcedonia, cuya autoridad había sido contestada por algunos herejes.
Sexto Concilio Ecuménico: Constantinopla III (años 680-681)
El Papa Agatón preside un Concilio que reúne a los Patriarcas de Constantinopla y Antioquía, a 174 obispos, y al emperador Constantino Pogonato. Puso fin al Monotelismo, definiendo dos voluntades en Cristo, la divina y la humana, como dos principios operativos.
Séptimo Concilio Ecuménico: Nicea II (año 787)
Impulsado por el emperador Constantino VI y su madre Irene, durante el Pontificado de Adriano I que lo ratificó, reguló la veneración de las imágenes sagradas. Asistieron entre 300 y 367 obispos.
Octavo Concilio Ecuménico: Constantinopla IV (año 869)
Adriano II junto a 102 obispos, 3 legados papales, 4 patriarcas, dieron a las llamas las actas de un concilio irregular (convocado contra el Papa Nicolás e Ignacio, legítimo patriarca de Constantinopla); condenaron a Focio que había ocupado ilegítimamente la sede constantinopolitana.
Noveno Concilio Ecuménico: Letrán I (año 1123)
Celebrado en Roma, reunió bajo el Papa Calixto II alrededor de 900 obispos y abades. Abolió el derecho, reclamado por los príncipes, a las investiduras de dignidades y beneficios eclesiásticos.
Décimo Concilio Ecuménico: Letrán II (año 1139)
Presidió el Papa Inocencio II. Asistieron unos 1.000 prelados y el emperador Conrado. Se condenaron los errores de Arnaldo de Brescia.
Undécimo Concilio Ecuménico: Letrán III (año 1179)
Reinando el emperador Federico I, el Papa Alejandro III concitó a 302 obispos para condenar a Albigenes y Valdenses. Se dictaron muchas disposiciones para la reforma moral de la Iglesia.
Duodécimo Concilio Ecuménico: Letrán IV (año 1215)
Siendo Pontífice Inocencio III, junto a los patriarcas de Constantinopla y Jerusalén, 71 arzobispos, 412 obispos, y 800 abades, el Primado de los Maronitas y santo Domingo de Guzmán. Elaboró un credo más extenso, contra los Albigenses. Se condenaron los errores trinitarios de Joaquín de Fiore.
Decimotercer Concilio Ecuménico: Lyon I (año 1245)
Lo presidió Inocencio IV. Acudieron los patriarcas de Constantinopla, Antioquía y Venecia, junto a 140 obispos y san Luis, rey de Francia. Excomulgó y depuso al emperador Federico II y convocó una nueva cruzada, bajo el mando de san Luis, rey de Francia.
Decimocuarto Concilio Ecuménico: Lyon II (año 1274)
500 obispos, 15 cardenales y más de otros mil dignatarios se unieron al Papa Gregorio X. Consiguió una breve unión de la Iglesia ortodoxa con la católica. La palabra "filioque", relativa a la procedencia del Espíritu Santo, fue añadida al símbolo Constantinopolitano. Se promulgaron las normas para la elección papal.
Decimoquinto Concilio Ecuménico: Viena de Francia (años 1311-1313)
El primer Papa del exilio de Avignon, Clemente V, convocó el Concilio. Tuvo que afrontar los supuestos crímenes y errores de los Caballeros Templarios, los Fraticelli, los Begardos y las Beguinas. Se dictaron normas para la reforma del clero.
Decimosexto Concilio Ecuménico: Constanza (años 1414-1418)
Se convocó durante el Cisma de Occidente para acabar con las divisiones en la Iglesia. Se legitimó sólo cuando Gregorio XI lo convocó formalmente. El concilio sólo es considerado ecuménico en sus últimas sesiones (XLII-XLV).
Decimoséptimo Concilio Ecuménico: Basilea/Ferrara/Florencia (años 1431-1439)
Se reunió primero en Basilea (siendo Papa Eugenio IV y emperador Segismundo) buscando la pacificación religiosa de Bohemia. El Concilio aprueba la vuelta a la unidad con los ortodoxos, que se queda en "papel mojado".
Decimoctavo Concilio Ecuménico: Letrán V (año 1512-1517)
Lo inauguró el Papa Julio II y presidió su conclusión León X. Asistieron 15 cardenales, unos 80 arzobispos y obispos. Sus decretos son principalmente disciplinarios. Se planeó una nueva cruzada contra los turcos, que no se realizó.
Decimonoveno Concilio Ecuménico: Trento (año 1545-1563)
Duró ocho años de trabajos conciliares, bajo cinco pontificados: Paulo III, Julio III, Marcelo II, Paulo IV y Pío IV. Reinaron los emperadores Carlos V y Fernando I. Estuvieron presentes 5 cardenales, 3 patriarcas, 33 arzobispos, 235 obispos, 7 abades, 7 generales de órdenes monásticas y 160 teólogos. Fue convocado para examinar y condenar los errores de Lutero y los demás reformadores; también se reformó la disciplina de la Iglesia. Fue el más largo de los concilios, el que más decretos dogmáticos y reformadores promulgó. Fue muy eficaz.
Vigésimo Concilio Ecuménico: Vaticano I (años 1869-1879)
El ocho de diciembre de 1869 se reunieron, convocados por Pío IX, 49 cardenales, 11 patriarcas, 680 arzobispos y obispos, 28 abades, 29 generales de órdenes y congregaciones; en total 803 personas. Además de importantes cánones en relación a la fe y la constitución de la Iglesia, el concilio decretó la infalibilidad del Papa cuando habla "ex cathedra", en cuestiones de fe y moral.
El concilio Vaticano II, lo trataré en otra entrada a parte.