domingo, 29 de mayo de 2011
ANTE LA ENFERMEDAD
Dolorido ante el paso del tiempo, encorvado entre códigos, matando horas para no pensar. Alzo la cabeza y me come la madrugá, que ya pega bocaos a mansalva. Casi me trago mi cuarto de un bostezo, pero mañana en planta temprano. Todos los días perdiendo, horas de sueños… todos los días durmiendo por los rincones en cualquier hueco. Los días pasan junto a mi cabeza, hasta la agonía. Pero, no es querer decir, que tu empeño en mi enfermedad es mi obsesión. Mi insomnio, me alarga la vida, aunque en realidad me la quita. Me hace soñar con los ojos abiertos, dentro de la realidad. Cruel es no poder imaginar, porque tu tiempo de sueño, no da para soñar. Pierdo el tiempo de los sueños, me paso de largo y los dejo, no quiero tener mis noches entre gritos y recuerdos del pasado. Pero es lo que elijo, y es lo que soy.
Cuando despierto, en medio de la madrugada, sin nadie que me diga que mi grito que rompe los sueños de otros, no fue más que una irrealidad, y que no pasa nada… que no volverá a pasar.
Pero pasar pasa…
lunes, 16 de mayo de 2011
CONVERSANDO CON UN CHAVAL DE 14 AÑOS
Hey. ¿Cómo estás?. Te sientes solo, ¿cierto?. Es una noche de sábado y en lo unico que puedes pensar es que todos tus amigos están haciendo algo más divertido, mientras tu intentas distraerte con un poco de televisión.
Mientras ves las tristezas y alegrías de personajes ficticios para que tu mente no piense que se acerca el lunes. Y volverás a la rutina de ver como todos son más felices. El día en que te vistes de uniforme para ir a una carcel llena de burlas y mediocridad. Te duele pensar en eso, ¿cierto?.
Muchísimo menos quieres pensar en que mañana tienes que vestirte como muñeco de torta para pretender, un domingo más, ser el niño perfecto. El niño dorado que toda madre utiliza como ejemplo para sus hijos. Una mañana más en que tendrás que hablar con tu mejor elocuencia, dos horas más en la que tendrás que fingir que crees en algo que te hace sentir como el ser más asqueroso en todo el universo.
Sin embargo, son dos horas en que ves una mirada orgullosa en la persona que más amas en todo este mundo. Eso te hace feliz, ¿cierto?
Disculpa. No queria recordarte todo esto mientras disfrutas de esta noche. ¡No llores!. Se que piensas que estas solo. Que todo el mundo se vendrá abajo si sueltas solo un centimetro de sinceridad.
Se que sientes que nunca tendrás ese amor que ves ahorita en la televisión. Se que has pensado en concluir tu vida porque no quieres pasar una noche más llorando en tu miseria. Pero no tienes las agallas para hacerlo… ¡Quieres vivir!. De alguna forma sabes que todo se solucionará algun día. Crees que podrás fingir por siempre, ¿cierto?.
Pues dejame decirte algo. Vienen en tu camino millones de litros más de lagrimas. Pero no te preocupes… la mayoria serán de felicidad.
Vienen muchísimos amigos que en algun momento te abandonarán para siempre. Pero no te preocupes… te harán crecer. Te volverán una persona más fuerte y te apoyarán en ser el hombre que quieres ser.
Hey. ¡Alguien te llama desde la cocina!. Te digo algo. Ella llorará y sufrirá muchísimo. Pero no te preocupes… su mirada de orgullo nunca desaparecerá. Su amor aumentará y verás que seguirás siendo la personita más importante para ella.
Me gustaría que no la culparas y no llegues a odiarla. En algun momento pasará. Pero no te preocupes… luego verás que no hay amor más puro que el que ella te ofrece.
Sentirás que jamás podrás amar. ¡Cuánto te dolerá ver parejas tomadas de la mano en los centros comerciales!. Pero no te preocupes… ¡tendrás algo mejor!.
Te romperán el corazón. Pero no te preocupes… ¡Serás afortunado!. Solo te pasará una vez.
¿Te digo algo? Estaré muy orgulloso de ti. Lucharás mucho por cumplir tus sueños. En momentos parecerán inalcanzables. Pero no te preocupes… tienes todo el ingenio para alcanzarlos.
Sientete orgulloso de ser tu mismo. Verás que muy pronto esa será tu mejor cualidad.
En 7 años estarás escribiendo esto con una sonrisa en tu rostro, aun estarás escuchando a Christina Aguilera. Y verás que todo valió la pena. Será muy duro. Pero verás que será asi.
¡Confio en ti!
Mientras ves las tristezas y alegrías de personajes ficticios para que tu mente no piense que se acerca el lunes. Y volverás a la rutina de ver como todos son más felices. El día en que te vistes de uniforme para ir a una carcel llena de burlas y mediocridad. Te duele pensar en eso, ¿cierto?.
Muchísimo menos quieres pensar en que mañana tienes que vestirte como muñeco de torta para pretender, un domingo más, ser el niño perfecto. El niño dorado que toda madre utiliza como ejemplo para sus hijos. Una mañana más en que tendrás que hablar con tu mejor elocuencia, dos horas más en la que tendrás que fingir que crees en algo que te hace sentir como el ser más asqueroso en todo el universo.
Sin embargo, son dos horas en que ves una mirada orgullosa en la persona que más amas en todo este mundo. Eso te hace feliz, ¿cierto?
Disculpa. No queria recordarte todo esto mientras disfrutas de esta noche. ¡No llores!. Se que piensas que estas solo. Que todo el mundo se vendrá abajo si sueltas solo un centimetro de sinceridad.
Se que sientes que nunca tendrás ese amor que ves ahorita en la televisión. Se que has pensado en concluir tu vida porque no quieres pasar una noche más llorando en tu miseria. Pero no tienes las agallas para hacerlo… ¡Quieres vivir!. De alguna forma sabes que todo se solucionará algun día. Crees que podrás fingir por siempre, ¿cierto?.
Pues dejame decirte algo. Vienen en tu camino millones de litros más de lagrimas. Pero no te preocupes… la mayoria serán de felicidad.
Vienen muchísimos amigos que en algun momento te abandonarán para siempre. Pero no te preocupes… te harán crecer. Te volverán una persona más fuerte y te apoyarán en ser el hombre que quieres ser.
Hey. ¡Alguien te llama desde la cocina!. Te digo algo. Ella llorará y sufrirá muchísimo. Pero no te preocupes… su mirada de orgullo nunca desaparecerá. Su amor aumentará y verás que seguirás siendo la personita más importante para ella.
Me gustaría que no la culparas y no llegues a odiarla. En algun momento pasará. Pero no te preocupes… luego verás que no hay amor más puro que el que ella te ofrece.
Sentirás que jamás podrás amar. ¡Cuánto te dolerá ver parejas tomadas de la mano en los centros comerciales!. Pero no te preocupes… ¡tendrás algo mejor!.
Te romperán el corazón. Pero no te preocupes… ¡Serás afortunado!. Solo te pasará una vez.
¿Te digo algo? Estaré muy orgulloso de ti. Lucharás mucho por cumplir tus sueños. En momentos parecerán inalcanzables. Pero no te preocupes… tienes todo el ingenio para alcanzarlos.
Sientete orgulloso de ser tu mismo. Verás que muy pronto esa será tu mejor cualidad.
En 7 años estarás escribiendo esto con una sonrisa en tu rostro, aun estarás escuchando a Christina Aguilera. Y verás que todo valió la pena. Será muy duro. Pero verás que será asi.
¡Confio en ti!
domingo, 8 de mayo de 2011
TE PROMETO
Te prometo que mañana serás lo primero en mi mente.
Te prometo que esta noche cerraré mis ojos y soñaré contigo.
Te prometo que te seguiré robando besos. Aunque aún te moleste.
Te prometo no enfermarme por empaparme con la lluvia. Aunque sabes que me encanta caminar bajo ella.
Te prometo que me cuidaré y no saltaré ninguna comida.
Te prometo que no dejaré de hacer esas cosas tontas que te hacen reir. Aunque nunca entienda el por qué.
Te prometo un ventilador en la casa. Para calmar siempre tus amarguras.
Te prometo que seguiré diciendote “Te Amo” al menos 100 veces al día.
Te prometo nunca dejar de ser niño. Para seguir dando luz a tu vida.
Te prometo un sábado arropados en casa.
Te prometo que tus sueños se harán realidad. Eres de esos que lo merecen.
Te prometo nunca dejar de ser YO. Porque de mi fue de quien te enamoraste.
Te prometo seguir ocultando que lloro en toda película de Disney. Aunque se que te ries al verme.
Te prometo un café en París y un beso en Roma.
Te prometo que seguiré siendo torpe… me encanta que arregles mi vida.
Te prometo ser un mejor amigo… que nunca dejará de desearte.
Te prometo un “No Te Vayas” cada vez que tengamos que estar lejos.
Te prometo una vida en la que todos los días intentaré hacerte sentir tan felíz como tu me haces sentir a mi.
Te prometo que esta noche cerraré mis ojos y soñaré contigo.
Te prometo que te seguiré robando besos. Aunque aún te moleste.
Te prometo no enfermarme por empaparme con la lluvia. Aunque sabes que me encanta caminar bajo ella.
Te prometo que me cuidaré y no saltaré ninguna comida.
Te prometo que no dejaré de hacer esas cosas tontas que te hacen reir. Aunque nunca entienda el por qué.
Te prometo un ventilador en la casa. Para calmar siempre tus amarguras.
Te prometo que seguiré diciendote “Te Amo” al menos 100 veces al día.
Te prometo nunca dejar de ser niño. Para seguir dando luz a tu vida.
Te prometo un sábado arropados en casa.
Te prometo que tus sueños se harán realidad. Eres de esos que lo merecen.
Te prometo nunca dejar de ser YO. Porque de mi fue de quien te enamoraste.
Te prometo seguir ocultando que lloro en toda película de Disney. Aunque se que te ries al verme.
Te prometo un café en París y un beso en Roma.
Te prometo que seguiré siendo torpe… me encanta que arregles mi vida.
Te prometo ser un mejor amigo… que nunca dejará de desearte.
Te prometo un “No Te Vayas” cada vez que tengamos que estar lejos.
Te prometo una vida en la que todos los días intentaré hacerte sentir tan felíz como tu me haces sentir a mi.
CICATRICES
Cuando escuchamos la palabra “cicatriz” inmediatamente pensamos en marcas horribles y desagradables que no queremos en nuestra piel. Sin embargo, las cicatrices existen cuando se ha reparado algún daño, cuando se ha sanado una herida.
Y la verdad es que todos tenemos cicatrices. Hermosas marcas que diversas experiencias en nuestra vida han dejado permanentemente en nuestra piel. Huellas que no podemos borrar, que no debemos ignorar y que siempre debemos admirar.
A lo largo de mi corta vida me he dado cuenta que son las experiencias más dificiles y dolorosas las que me han moldeado. Me han fortalecido y me han hecho quien soy actualmente.
Tengo una gran cicatriz en mi frente. Cuando solamente era un niño, recibí una gran cantidad de golpes a mi orgullo, a mi personalidad, a mi forma de ser y de pensar. No podía tener una opinión diferente, estaba limitado a una sola creencia y a una sola manera de ver las cosas. Nadie podía ver las consecuencias que esto tenía en mi. Yo era el único que veía la sangre por las noches, yo era el responsable de limpiar la herida y alimentarme de la suficiente anestesia para poder despertarme al siguiente día y fingir que todo estaba bien.
El químico era tan fuerte que me creía mi propia mentira. No era suficiente ni necesario engañar a los demás… lo importante era engañarme a mi mismo. Lo importante era hacerle a mi cuerpo saber que no existía ningún dolor, no había herida, todo estaba bien.
El adormecimiento se detuvo cuando supe que estaba sufriendo. Estuve años pensando que mi dolor era justificado y necesario. Es decir, la anestecia era tan fuerte que yo ni siquiera sabía que estaba agonizando.
Hasta que ese alguien llegó y, sin saberlo, comenzó a sanar mis heridas. Hasta que nuevos amigos, nuevas experiencias y una nueva forma de ver las cosas comenzaron a cicatrizar esa primera lesión. Yo no cambié ni el dolor tampoco. Simplemente, dejé de anesteciarme y dejé a la herida curarse. ¡Qué doloroso fue el proceso de cicatrización! Pero… ¡qué necesario!.
Desde entonces, la persona que curó mi primera herida fue la responsable de abrir otras. Me he caído, me han golpeado, me he lesionado… se han abierto muchas otras fuentes de sufrimiento y se han cicatrizado.
Pero gracias al gran sufrimiento que experimenté, he aprenido a que no debo anesteciar mi agonía. No debo engañarme… debo vivir, sentir.
Por eso siempre veo esa primera cicatriz en mi frente. Todos los días la admiro y me alegro de que forme parte de mi piel. Me siento orgulloso de esa y de todas mis cicatrices. Han formado y endurecido mi corteza… forman parte de mi. ¿Y tú? ¿Estás orgulloso de tus cicatrices? ¿O todavía tienes viejas heridas que no quieres dejar cerrar?.
lunes, 2 de mayo de 2011
El Sur es mi Norte
¿Por qué decir que el Sur ahora se transformó en mi Norte? La verdad es que esa frase es una variación de lo que una vez afirmó Joaquín Torres García, un importante artista uruguayo que creó ese mapa (América invertida – 1943).
“…en realidad, nuestro norte es el Sur. No debe haber norte, para nosotros, sino por oposición a nuestro Sur. Por eso ahora ponemos el mapa al revés, y entonces ya tenemos justa idea de nuestra posición, y no como quieren en el resto del mundo. La punta de América, desde ahora, prolongándose, señala insistentemente el Sur, nuestro norte.”
(Joaquín Torres García. Universalismo Constructivo, Bs. As. : Poseidón, 1941.)
Llegando a Uruguay, y viniendo desde un país al norte que ya buscó dominarlo territorialmente y económicamente (en ese último caso, la agenda de dominación aún sigue, disfrazada en los mecanismos de integración del Mercosur), tengo que aprender a ver las personas y la realidad a partir de puntos de referencia distintos.
La vivencia y comunicación del evangelio se darán mucho mejor cuando ocurria ese proceso de encarnación en la otra cultura. Tengo una fuerte sospecha de que eso no se da rápidamente. Lleva tiempo, muchas veces toda una vida, para entender y comunicar el evangelio de vida en Jesús cundo lo vivimos y lo trasladamos a otra cultura.
La propia revelación de Dios llegó hasta nosotros en ese proceso de mezcla y transposición de variadas culturas. Las diversas culturas de los tiempos bíblicos, las culturas de los intermediarios en un largo proceso histórico, la cultura de los misioneros que llegaran con el “Libro” a nuestro país, y ahora “mi” cultura cuando llego al “otro” país.
Diversidad de culturas, samba, tango, “jeitinho” brasileño y garra charrúa (nación indígena prácticamente exterminada por los blancos “cristianos” del pasado) para manejar tantos puentes, interpretaciones y aplicaciones de tales verdades que aún creemos que hay en el evangelio de Jesús.
Nuestro consuelo y esperanza es que recibimos una ayuda divina en el proceso. Dios, en su misericordia viene y nos forma en el medio de la jornada. Muchas veces nos hace crecer al mismo tiempo en que nos humilla. Pero esa es una buena humillación, lo reconozco sin ser masoquista. Cuando dependemos más de Dios para entender algunas cosas, y cuando escuchamos más de nuestros hermanos para entender la Palabra y crecer en la fe, en un esfuerzo comunitario y misionero, siento que estoy en una situación ideal para madurar, rumbo a lo que Dios desea de mi.
¿Qué quiere Él de mi? Bueno, en el camino voy descubriendo, con la gracia de Dios.
http://www.cieeal.org/blog/31
Evangelio Domingo 6 de Abril – Tercer Domingo de Pascua
Lucas 24, 13-35
«Al pasar los años, en las comunidades cristianas se fue planteando espontáneamente un problema muy real. Pedro, María Magdalena y los demás discípulos habían vivido unas experiencias muy «especiales» de encuentro con Jesús vivo después de su muerte. Unas experiencias que a ellos los llevaron a «creer» en Jesús resucitado. Pero los que se acercaron más tarde al grupo de seguidores, ¿cómo podían despertar y alimentar esa misma fe?
Éste es también hoy nuestro problema. Nosotros no hemos vivido el encuentro con el resucitado que vivieron los primeros discípulos. ¿Con qué experiencias podemos contar nosotros? Esto es lo que plantea el relato de los discípulos de Emaús.
Los dos caminan hacia sus casas, tristes y desolados. Su fe en Jesús se ha apagado. Ya no esperan nada de él. Todo ha sido una ilusión. Jesús que los sigue sin hacerse notar, los alcanza y camina con ellos. Lucas expone así la situación: «Jesús se puso a caminar con ellos, pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo». ¿Qué pueden hacer para poder reconocer su presencia viva junto a ellos?
Lo importante es que estos discípulos no olvidan a Jesús; «conversan y discuten» sobre él; recuerdan sus «palabras» y sus «hechos» de gran profeta; dejan que aquel desconocido les vaya explicando todo lo ocurrido. Sus ojos no se abren enseguida, pero «su corazón comienza a arder».
Es lo primero que necesitamos en nuestras comunidades: recordar a Jesús, ahondar en su mensaje y en su actuación, meditar en su crucifixión… Si, en algún momento, Jesús nos conmueve, sus palabras nos llegan muy dentro y nuestro corazón comienza a arder, es señal de que nuestra fe se está despertando.
No basta. Según Lucas es necesaria la experiencia de la cena eucarística. Aunque todavía no saben quién es, los dos caminantes sienten necesidad de Jesús. Les hace bien su compañía. No quieren que los deje «Quédate con nosotros». Lucas lo subraya con gozo: «Jesús entró para quedarse con ellos». En la cena se les abren los ojos.
Estas son las dos experiencias clave: sentir que nuestro corazón arde al actualizar su mensaje, su actuación y su vida entera; sentir que, al celebrar la eucaristía, su persona nos alimenta, nos fortalece y nos consuela. Así crece en la Iglesia la fe en el Resucitado.
José Antonio Pagola
«Al pasar los años, en las comunidades cristianas se fue planteando espontáneamente un problema muy real. Pedro, María Magdalena y los demás discípulos habían vivido unas experiencias muy «especiales» de encuentro con Jesús vivo después de su muerte. Unas experiencias que a ellos los llevaron a «creer» en Jesús resucitado. Pero los que se acercaron más tarde al grupo de seguidores, ¿cómo podían despertar y alimentar esa misma fe?
Éste es también hoy nuestro problema. Nosotros no hemos vivido el encuentro con el resucitado que vivieron los primeros discípulos. ¿Con qué experiencias podemos contar nosotros? Esto es lo que plantea el relato de los discípulos de Emaús.
Los dos caminan hacia sus casas, tristes y desolados. Su fe en Jesús se ha apagado. Ya no esperan nada de él. Todo ha sido una ilusión. Jesús que los sigue sin hacerse notar, los alcanza y camina con ellos. Lucas expone así la situación: «Jesús se puso a caminar con ellos, pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo». ¿Qué pueden hacer para poder reconocer su presencia viva junto a ellos?
Lo importante es que estos discípulos no olvidan a Jesús; «conversan y discuten» sobre él; recuerdan sus «palabras» y sus «hechos» de gran profeta; dejan que aquel desconocido les vaya explicando todo lo ocurrido. Sus ojos no se abren enseguida, pero «su corazón comienza a arder».
Es lo primero que necesitamos en nuestras comunidades: recordar a Jesús, ahondar en su mensaje y en su actuación, meditar en su crucifixión… Si, en algún momento, Jesús nos conmueve, sus palabras nos llegan muy dentro y nuestro corazón comienza a arder, es señal de que nuestra fe se está despertando.
No basta. Según Lucas es necesaria la experiencia de la cena eucarística. Aunque todavía no saben quién es, los dos caminantes sienten necesidad de Jesús. Les hace bien su compañía. No quieren que los deje «Quédate con nosotros». Lucas lo subraya con gozo: «Jesús entró para quedarse con ellos». En la cena se les abren los ojos.
Estas son las dos experiencias clave: sentir que nuestro corazón arde al actualizar su mensaje, su actuación y su vida entera; sentir que, al celebrar la eucaristía, su persona nos alimenta, nos fortalece y nos consuela. Así crece en la Iglesia la fe en el Resucitado.
José Antonio Pagola
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